Editorial URSS somete al juicio del lector el libro del destacado arquitecto soviético Félix Nóvikov. Este libro puede ser considerado como una peculiar enciclopedia de la arquitectura contemporánea. Valiéndose de un lenguaje perspicaz y metafórico, el autor de una manera convincente y profesional hace un recuento de la arquitectura del siglo XX. Su visión del pasado arquitectónico de la Unión Soviética, en el cual F.Nóvikov tomó parte activa, ha servido como fuente de controversias en el mundo arquitectónico de Rusia. La opinión del autor, aunque bien argumentada desde el punto de vista profesional, expresa únicamente su parecer y sentir y no necesariamente coincide con los puntos de vista de la editorial. Por lo demás, esta obra seguramente resultará de interés para todo profesional que de cualquier forma tenga relación con la arquitectura, así como para cualquier persona que simplemente esté interesada en ella. ¿`En qué consiste la misión del arquitecto? ¿`Para qué la humanidad necesita la arquitectura? Imaginemos que la arquitectura no existe, que todos los edificios y ciudades están privados de toda influencia arquitectónica. Así fue al inicio. Cuando el hombre hizo su aparición en la Tierra, se protegía del mal tiempo en cuevas y chozas. Nadie pensaba en hacer un proyecto arquitectónico. Fue después, cuando se "orientó" en el lugar y echó una mirada a sus posesiones, que el hombre vio el material que tenía a su alcance (la piedra y la madera), y comenzó a construir viviendas duraderas. Cuando uno de ellos consiguió hacer su casa mejor que las demás, y otro, al ver su obra, le pidió "Constrúyeme una casa", fue que aparecieron el primer arquitecto y su primer cliente. Fue así que comenzó la historia de la arquitectura. Desde entonces el hombre trata de hacer su casa, su palacio o ciudad más interesantes, ricos y hermosos, y crear de este modo un lugar excelente para vivir. Cada pueblo hace esto a su manera, de acuerdo con su propia cultura y tradiciones. Pero ¿`qué hubiera ocurrido de no haber sido así? ¿`Qué habría pasado si el hombre hubiera considerado posible prescindir de la arquitectura? Esto no significa que entonces en la Tierra no habría templos, teatros y estadios. Pero el Partenón carecería de la armonía de formas que lo caracteriza (el éntasis de sus columnas, las estrías, triglifos y metopas), no tendría todos los detalles que lo han hecho una obra maestra de la antigüedad. Tendría apoyos simples como troncos y estaría privado de belleza. El Coliseo no estría dividido en niveles, no tendría pilastras ni cinturones de arcadas. La Catedral de Milán no poseería sus adornos afiligranados, su fino esculpido gótico en piedra. ¿`Cómo entonces podríamos diferenciar París de San Petersburgo o de Nueva York, Moscú de Pekín o de Delhi? El hombre estaría privado de una importante componente del patriotismo: el orgullo por su ciudad, por su país. !`Qué aburrida sería la vida en el mundo! Millones de turistas no experimentarían la felicidad de visitar las maravillosas construcciones, antiguas y modernas, que engalanan nuestro planeta. !`Cuánto dinero se hubiera podido ahorrar! !`Cuánto trabajo se ha invertido en crear toda esta belleza! Sin embargo, la humanidad no escatima ni lo uno ni lo otro. A pesar de que muchas veces en el transcurso de la historia en diferentes regiones y países llegaban al poder estadistas avaros, o bien la situación de un pueblo era tan deplorable que obligaba a los genios del arte a renunciar a la necesidad de crear obras hermosas, de todos modos, al fin y al cabo, la situación cambiaba y los arquitectos reanudaban su magnánima labor. Desde luego no todos comprenden la belleza de la arquitectura. Hay personas que no aman la música, otros la poesía. En el mundo hay muchas personas desproveídas de la capacidad de apreciar lo hermoso. Pero por suerte, ellas son la minoría. Por supuesto, el trabajo del arquitecto presupone no solamente la belleza de la fachada, el arreglo de los interiores y la preocupación por el embellecimiento de un terreno contiguo a algún edificio. El arquitecto se ocupa además de la planificación del edificio, busca la mejor solución constructiva de la obra, escoge los materiales necesarios, calcula los gastos y supervisa el proceso de construcción, preocupado hasta el último instante por que su idea sea debidamente materializada. Claro, se puede prescindir de los arquitectos, lo que ocurre a menudo. Es más, sabemos que la mayoría de las construcciones en el mundo se llevan a cabo sin la participación de éstos. Ellos son reemplazados frecuentemente por ingenieros civiles (constructores, fontaneros, ingenieros de puentes). Asimismo, en la Unión Soviética los ingenieros solían ocupar los cargos de arquitectos principales de las ciudades. Es más, en Estados Unidos también he encontrado colegas quejándose de que los ingenieros realizan los proyectos de arquitectura por un precio menor, "quitándoles el pan" a los arquitectos. Hoy, en cualquier país del mundo, en cualquier librería, se pueden comprar álbumes que contienen cien, doscientos, quinientos proyectos de casas privadas. Elija el que desee. También es posible con ayuda de una computadora y un programa inteligente "hojear" diferentes diseños y, utilizando la imaginación, combinar una fachada con diversas variantes de entradas, ventanas y otros detalles, al estilo que se desee y, por supuesto, sin la necesidad de arquitectos. Seguramente es ésta la razón por la que carecen de gusto y belleza muchas de las casas grandes y caras (ampliamente publicitadas por compañías constructoras, que gozan de gran éxito) que se construyen en las afueras de las urbes norteamericanas. Todo esto es compensado generosamente con todo tipo de adornos, frontones que se sobreponen unos a otros, pequeños arcos, etcétera. En cambio, una casa construida según el proyecto de un arquitecto (claro está, si éste es un verdadero profesional) se diferenciará notablemente de los "productos" de la construcción masiva. Esta casa será diseñada especialmente para el lugar que ocupará. Ella será construida a la medida, al gusto del cliente. Un buen arquitecto es como un médico de cabecera, quien lo sabe todo sobre su paciente. Pero no se trata sólo de hacer una casa privada, sino de la arquitectura de una ciudad, de los complejos arquitectónicos y edificios públicos, de la arquitectura en el sentido más amplio de la palabra. Aquí el arquitecto es irremplazable. Indiscutiblemente él tiene su misión. ¿`Cómo podríamos definir esta misión de acuerdo con su contenido principal? Basándome en mi propia experiencia profesional, en mis conocimientos de la historia de la arquitectura, de los destinos de los arquitectos que crearon en el pasado y crean en la actualidad, apoyándome en todo lo que sé de las relaciones entre los creadores y la sociedad (a propósito, no siempre justa con ellos), diré lo siguiente. El arquitecto está destinado a espiritualizar el mundo material que la humanidad crea. Lo demás ella es capaz de hacerlo sin nuestra ayuda. El siglo XX ha culminado. En estos cien años la arquitectura experimentó cambios que hubieran bastado para varias época. Los estilos y modas surgían y desaparecían con una rapidez nunca antes vista. Art nouveau, art déco, constructivismo, modernismo, posmodernismo, high-tech, deconstructivismo... Las esperanzas daban paso a decepciones, pero aun así los esfuerzos artísticos de notables genios y talentos hicieron que el siglo XX dejara su brillante huella en la historia de la arquitectura, dejando un rico y variado legado para las futuras generaciones. El patrimonio de la humanidad se vio enriquecido por un número considerable de nuevas obras maestras de la arquitectura. Este libro está dirigido a aquéllos que aman la arquitectura, no sólo la antigua, sino también la nueva, la contemporánea, ésa que día a día surge ante nuestros ojos, cambiando el aspecto del mundo que nos rodea. Félix Arónovich Nóvikov Doctor en arquitectura, profesor, miembro numerario de la Academia Internacional de Arquitectura, Arquitecto del Pueblo de la URSS. Recibió los Premios Estatales de la URSS y de la RSFSR, así como el Premio Nacional de Arquitectura de Rusia «Dédalo de Cristal». Entre sus obras están el Palacio de los Pioneros de Moscú, varios complejos arquitectónicos en la ciudad de Zelenograd, la embajada de la URSS en Mauritania, los proyectos de los principales centros turísticos de Samarcanda y Bujara. Es autor del libro «La fórmula de la arquitectura» y numerosos artículos publicados en revistas literarias y de arquitectura. En el libro «Los arquitectos y la arquitectura» el autor hace un análisis de los logros de la arquitectura del siglo XX, valora desde el punto de vista profesional un gran número de obras notables creadas en diferentes partes del mundo, y reseña la vida y obra de destacados maestros de la arquitectura. Asimismo, el autor comparte con el lector sus impresiones sobre el camino creativo que le tocó vivir. Este libro es para aquéllos que aman la arquitectura, no sólo la antigua, sino también la nueva, la contemporánea, ésa que día a día surge ante nuestros ojos cambiando el aspecto del mundo que nos rodea. |