Prólogo |
1 | Evolución de las concepciones científicas sobre el cerebro |
| 1. | Concepto de alma |
| 2. | Investigación del cerebro en la Antigüedad y en la Edad Media |
| 3. | El estudio del cerebro en la Edad Moderna |
2 | La estructura del cerebro |
| 1. | Información general sobre la estructura del cerebro |
| 2. | Métodos modernos de investigación del cerebro |
| 3. | Transmisión de los impulsos nerviosos a través de las neuronas |
| 4. | Estudio de las funciones de las neuronas |
| 5. | Intercambio de información con ayuda de los mediadores |
3 | Consolidación de la fisiología del cerebro como ciencia |
| 1. | Las investigaciones de Pávlov y la fisiología del cerebro |
| 2. | Estudio de un sistema nervioso simple: la liebre de mar |
| 3. | Sistemas nerviosos más complejos |
4 | Evolución del sistema nervioso y del cerebro |
| 1. | Formas inferiores de aprendizaje |
| 2. | Habituación, reflejo resultante y reflejo condicionado |
| 3. | Actividad orientativo-cognitiva de los animales |
5 | Comunicación entre los animales |
| 1. | Diferentes formas del "lenguaje" animal |
| 2. | El "lenguaje" de los delfines |
| 3. | El "lenguaje" de los monos |
6 | Asimetría funcional del cerebro |
| 1. | Estudio de la asimetría funcional del cerebro |
| 2. | Funciones del hemisferio izquierdo |
| 3. | Funciones del hemisferio derecho |
| 4. | Consecuencias de la separación de los hemisferios cerebrales |
| 5. | Cooperación e interacción entre los hemisferios cerebrales |
Un paso obligatorio (a modo de epílogo) |
Entre los objetos de las investigaciones científicas que siempre han despertado
el interés ardiente de los científicos se encuentra el propio hombre y, en
particular, su mente. Los científicos prestaron atención a las diversas
manifestaciones de ésta mucho antes de que comprendieran que ellas estaban
relacionadas con el cerebro. A pesar de que el interés por las diversas
manifestaciones de la actividad psíquica surgió en tiempos muy lejanos y tenía
carácter constante, el desarrollo de las investigaciones relacionadas con la
mente transcurrió con mucha lentitud. Hace tan sólo 100--150 años se
hicieron los primeros descubrimientos fundamentales y se crearon los métodos de
estudio del sistema nervioso central.
No nos debe sorprender que el desarrollo de la ciencia sobre el cerebro haya
sido lento. El cerebro es la forma superior de la materia organizada. En el
planeta Tierra no hay nada más complejo. Además, en este caso surgió una
situación singular: el cerebro debía investigarse a sí mismo. Ante los
científicos aparecían constantemente problemas difíciles de resolver. A menudo
las dificultades que se presentaban en el estudio del cerebro parecían
absolutamente insuperables y los científicos se desanimaban. Así surgió el mito
sobre la no cognoscibilidad de las funciones del cerebro humano, sobre
la imposibilidad de comprender los mecanismos que controlan los procesos
psíquicos.
La Iglesia con gusto e insistencia apoya este mito. Al verse
obligada a renunciar a los ingenuos intentos de destruir el darwinismo, frenar
el desarrollo de la física y la ciencia sobre el cosmos, ella dirigió sus
esfuerzos al descrédito de los intentos emprendidos por los científicos para
adentrarse en los secretos de la actividad cerebral. La Iglesia siempre ha
considerado el alma su patrimonio inalienable, atribuyéndole carácter divino y,
por tanto, ha atacado cualquier intento de estudiar lo relacionado con ella.
El libro que presentamos al lector está dedicado al estudio del cerebro.
Nuestro objetivo es mostrar cómo la ciencia estudia este órgano; cómo, mediante
el conocimiento de los más mínimos detalles de la estructura de la sustancia
cerebral y la investigación de los procesos que transcurren a nivel molecular,
se hace posible la comprensión de la actividad de la unidad estructural más
pequeña del cerebro, la célula nerviosa. El camino que comienza aquí nos lleva
a la comprensión de las bases fisiológicas de la actividad psíquica, nos
permite investigar los mecanismos que regulan la actividad de las agrupaciones
de neuronas y de regiones completas del cerebro y, por último, nos conduce al
desciframiento de los procesos fisiológicos que garantizan la de las formas
superiores de la actividad psíquica del cerebro humano.
Es un hecho muy importante que este libro salga a la luz en
nuestro país. Precisamente aquí, hace siglo y medio nació una nueva disciplina,
la fisiología del cerebro, y se propusieron numerosos métodos para el estudio
del sistema nervioso central. Fue aquí, en San Petersburgo--Petrogrado--
Leningrado, donde trabajaron los máximos exponentes de las ciencias naturales
de nuestra patria, científicos reconocidos mundialmente, como
I.M.Séchenov, I.P.Pávlov, N.E.Vvedenski, A.A.Ujtomski, L.A.Orbeli, quienes contribuyeron en gran medida al
estudio del cerebro y trazaron el camino por el que la ciencia mundial
continuaría en el futuro. Precisamente aquí surgieron y continúan
desarrollándose exitosamente nuestras primeras escuelas científicas de
fisiología.
El autor dedica este trabajo a los abnegados investigadores de las escuelas de
fisiología de Leningrado.
Borís Fiódorovich Serguiéev
Doctor en Ciencias Biológicas, especialista en fisiología evolutiva, fisiología ecológica, fisiología del cerebro y etología animal. Durante sus muchos años de actividad en el mundo de la investigación, animales de los más diversos niveles de desarrollo han sido objeto de su estudio (desde actinias y cefalocordados, cangrejos, lampreas y tiburones, a varánidos, cocodrilos, delfines y monos antropomorfos).
Asimismo, es importante resaltar que en su vida profesional el trabajo de laboratorio se ha alternado constantemente con las experiencias realizadas en sus numerosas expediciones a la naturaleza misma, y en especial al mar, cuna de la vida, bajo cuya superficie se esconde un mundo incomparablemente más rico que el terrestre.
Los resultados de las investigaciones y descubrimientos científicos no deben ser patrimonio exclusivo de los científicos. Cada persona necesita conocer el mundo que lo rodea, saber más sobre sí mismo. Guiado por esta idea, B. F. Serguiéev escribió una serie de libros sobre la fisiología del cerebro y su evolución, sobre cómo este órgano «aprendió a pensar» y en qué se diferencia el cerebro humano del cerebro de los animales. Asimismo, dedicó otra serie de libros a la fisiología evolutiva, donde explica cómo los animales se adaptaron a las condiciones de vida más increíbles: a las tinieblas y al frío eterno de las profundidades marinas, bajo la presión colosal del agua, a las extensiones heladas de las zonas polares, al infierno ardiente y árido de los desiertos o a la atmósfera enrarecida de las cimas montañosas.