Las lecciones de la crisis del "socialismo real" en la URSS (Palabras a los lectores de habla hispana) |
Al lector |
1 | La crisis de la práctica y de la teoría del socialismo |
2 | El futuro comunista nace hoy |
| § 1. | El comienzo del tercer milenio y las premisas del comunismo: la humanidad en el camino hacia una nueva calidad de la producción social |
| § 2. | El comienzo del tercer milenio y las premisas del comunismo: las contradicciones de la enajenación y las perspectivas de la liberación del trabajo |
| § 3. | El comienzo del tercer milenio y las premisas del comunismo: la globalización de las contradicciones de la comunidad mundial y las premisas de un nuevo internacionalismo |
| § 4. | El comienzo del tercer milenio: rasgos básicos del comunismo naciente |
3 | El socialismo: contradicciones, fuerzas motrices y estrategia de transformaciones |
| § 1. | El socialismo como época de transición |
| § 2. | La base social y las fuerzas motrices de las transformaciones revolucionarias |
| § 3. | La estrategia de las transformaciones socialistas: tareas y medios de solución |
4 | Rusia en el mundo post-"socialista": las condiciones objetivas y la estrategia de lucha por el socialismo |
| § 1. | Desde el socialismo mutante hacia el capitalismo mutante: la esencia y el contexto global de las transformaciones en los países post-"socialistas" |
| § 2. | Rusia: la especificidad de los procesos de transformación y los escenarios del futuro |
| § 3. | La izquierda democrática de Rusia: orientaciones programáticas. |
| § 4. | Clasificación de las fuerzas de izquierda en Rusia y las tareas inmediatas de los partidarios de la renovación comunista |
Las lecciones de la crisis del "socialismo real" en la URSS (Palabras a los lectores de habla hispana)
El Autor escribió estas líneas en unas circunstancias más que inusuales: en
enero del año 2000, en Cuba, sentado en el balcón de una antigua casa a
cincuenta metros del océano...
La razón para que salieran a la luz estas pocas páginas fue el cortés
asentimiento del científico cubano Dr. Pedro Luis Sotolongo. Espero que este
libro sea publicado en Cuba y, quizás, también en algún otro lugar, pues
actualmente casi una quinta parte de la población mundial habla español...
Este prefacio, sin embargo, lo dirijo ante todo a los cubanos.
Para mi generación, Cuba es mucho más que un pequeño país en el ámbito marino
del Caribe. Es un símbolo de la posibilidad de vencer en la lucha por el
socialismo en una pequeña isla ante las mismas narices de EE.UU., el gendarme
mundial del siglo XX (y, por lo visto, de los inicios del XXI). Es un símbolo
del romanticismo, de la creación, de la alegría, de la juventud.
En el invierno (o "verano", como este Autor quisiera, sinceramente, escribir:
sol, palmas, un cálido océano, la no obligatoriedad del saco y de la corbata
incluso para una reunión en el CC del PCC) del 2000, Cuba, por supuesto, estaba
algo diferente. El continuado bloqueo de EE.UU. y, principalmente, la traición
por parte de los poderes rusos (y escribo esto con amargura y dolor), han
incidido en extremo negativamente en la economía, en la calidad de vida en
Cuba, en sus posibilidades de avanzar por el camino del socialismo.
Comprendemos esto como ningún otro y por ello nosotros, científicos
socialistas y comunistas, nos dirigimos a ustedes, ciudadanos de Cuba, con un
grito salido del alma: no repitan nuestros trágicos y criminales errores,
intenten (si se los permiten las condiciones objetivas) marchar por este
delgado filo de la navaja, utilizando casi la única de mil oportunidades para
avanzar por el camino del socialismo, elevando la eficiencia de la economía y,
lo más importante, formando activamente al nuevo hombre libre, creador.
* * *
La primera lección de la desmoronada URSS está relacionada, por lo visto, con
que no valoramos suficientemente la profundidad de la putrefacción
pequeño-burguesa tanto de la mayoría de la población como de la cúpula del
PCUS. La construcción del "socialismo desarrollado" estuvo abanderada por la
agudización de dos poderosísimas contradicciones.
Desde abajo surgió un conflicto entre el "déficit económico" y las aspiraciones
de una población con proclividad al pancismo, al crecimiento del consumo
utilitario: creamos una mezcla monstruosa, una "sociedad de consumo" sin...
objetos de consumo. En pocas palabras (y, por consiguiente, sin mucho rigor
científico) yo diría: a la URSS la mataron las filas.
Arriba la descomposición era aún más fuerte. Una nomenclatura que se había
separado de los trabajadores, no controlada por ellos, se convirtió en un
estamento aislado (a semejanza de una aristocracia feudal), que vivía encerrada
en sí misma, que usufructuaba enormes privilegios, que dirigía al país
principalmente con el objetivo de fortalecer su poder, pero (debido a su
burocratismo) de manera en extremo ineficiente. Y si la vieja generación de la
nomenclatura aún estaba atada por algunos"prejuicios", en cambio los jóvenes de
rango medio (del tipo de Gaidar y compañía) de la nomenclatura crecieron
extremadamente cínicos. Soñaban con cambiar el poder por la propiedad y por el
capital, en ello estaba su interés objetivo y subjetivo (como capa particular
de una nomenclatura mezquina). Tenían que traicionar al socialismo, y lo
traicionaron.
He aquí por qué, repito, la primera causa del derrumbe de la URSS
y de los retoños de socialismo en nuestro país (el callejón sin salida del
"socialismo-gulash") fueron la índole pequeño-burguesa y el conformismo de la
mayoría de la población, y como un alter ego de ello, la transformación de la
dirección del PCUS, del estado, en una nomenclatura aislada de los
trabajadores, como consecuencia de su deformación pequeño-burguesa y de su
aspiración al trueque de privilegios semilegales y de poder usurpado por
propiedad y capital reales.
Por qué se dio dicha situación en la URSS es una cuestión muy compleja. Yo
intenté dar una respuesta proponiendo la hipótesis del "socialismo mutante",
desarrollada en este libro. Ahora subrayo: ante los camaradas cubanos está
planteado un complejísimo problema (y, por lo que parece, están completamente
conscientes de ello), que recuerda al que se le planteaba a la URSS en el
período de la NEP, cuando al país, después de una destrucción monstruosa, y en
condiciones de aislamiento internacional, le era necesario avanzar hacia el
socialismo. El problema consiste en ?`cómo permitir el desarrollo objetivamente
necesario del mercado (y, por lo tanto, el desarrollo de la polarización
social, del fetichismo mercantil, de la aspiración de la población a la
propiedad privada y al consumo utilitario), y, además, garantizar una dirección
profesional y eficiente (en todas partes, en los hoteles, en las empresas, en
el estado) y conservar el socialismo?
Nosotros no pudimos resolver ese problema; primero la NEP se deformó hacia el
estalinismo, después el estancamiento briezhneviano acabó en el "yeltsinismo".
?`Cómo evitar nuestros criminales errores? Me arriesgo a proponer
no un consejo (no tenemos una buena base para dar consejos), sino una
hipótesis.
* * *
La segunda lección del derrumbe de la URSS consiste, desde mi punto de vista,
en que buscamos los fundamentos del éxito del socialismo allí dónde no se
debía, vinculándolos a la propiedad estatal, a la planificación estatal, al
poder de la cúpula del PCUS, en esencia (tanto en teoría como, principalmente,
en la práctica), las bases reales del socialismo en la URSS fueron asfixiadas:
la creatividad viva del pueblo (teóricamente yo la llamaría la
`creatividad social asociada') y una democracia de base (desde abajo)
que se desarrollara hasta la autogestión. Las llaves de la victoria del
socialismo no son la ausencia de poder ni la anarquía; no son la dictadura de
la nomenclatura ni el totalitarismo ideológico, sino la autoorganización desde
abajo y el poder popular.
Si amplias capas de ciudadanos, de hecho, participan constantemente en la
contabilidad, en el control, en la toma de decisiones en todos los niveles
(desde las brigadas y las distinciones honoríficas, hasta el país como un
todo), incluyéndose en la actividad social de las organizaciones de mujeres,
sindicales, etcétera, entonces los ciudadanos, en la práctica, se
sentirán dueños de su país y ése es el único antídoto contra la deformación
pequeño-burguesa.
En relación con esto, no puedo no subrayar que no se puede crear y mantener el
socialismo exclusivamente con ayuda del entusiasmo; pero sin
entusiasmo, sin optimismo creativo por parte de la mayoría de los
trabajadores, llenos de una alegre y vital energía de innovación social (la
construcción de ciudades y la creación de nuevas formas de vida social), sin la
inclusión masiva en la cultura, el socialismo no puede ni nacer ni vivir.
Si existe este optimismo en la sociedad, nadie vencerá sus tendencias
socialistas. Si esta energía se apaga, el socialismo se asfixia, incluso en
condiciones favorables.
Es más, el ser partícipe de la creación conjunta de su vida (en asociaciones abiertas voluntarias y no formal-burocráticas, como en la
URSS, lo que por cierto es especialmente importante) despierta en el
hombre la atracción hacia la auténtica cultura, hacia la educación, genera una
demarcación respecto a la cultura de masas (acoto entre paréntesis un aspecto
muy importante: la cultura de masas es uno de los enemigos más peligrosos
del socialismo, pero no se la puede prohibir; sólo se la puede expulsar por la
vía (1) de la formación de la necesidad popular de una auténtica cultura
(mediante la inclusión en la dirección, etcétera) y (2) del apoyo socio-estatal
a esa auténtica cultura, especialmente prestando atención a todos los talentos,
a los cuáles hay que querer y mimar como a un don de envergadura nacional).
La democracia y la autogestión de base (en el libro se detalla más el contenido
de estos conceptos), el control y la contabilidad desde abajo, la ausencia
de privilegios y de ventajas en la dirección del partido y del estado son,
junto con aquello, condiciones absolutamente necesarias (aunque no las únicas)
para evitar la separación del pueblo y el poder y la traición por tal poder a
la causa de la construcción del socialismo.
Finalmente, sólo la creatividad social asociada (la posibilidad de
autorrealización en una gran causa), democrática y voluntariamente organizada,
que exige además un alto nivel de cultura y que proporciona respeto general por
parte del pueblo, puede crear en la juventud el interés en la continuación de
las transformaciones socialistas, crear inmunidad contra el consumismo y el
acaparamiento.
* * *
La tercera lección del colapso de la URSS está vinculada directamente con las
dos primeras: la creatividad social puede convertirse en una antítesis de la
deformación pequeño-burguesa sólo cuando se basa en una alta eficiencia de la
economía sin tornarse en una dictadura estalinista, en tarjetas de
racionamiento y en una subordinación extra-económica (del tipo de los GULAGs,
de la colectivización forzada, de la inscripción obligatoria, etcétera) de los
trabajadores. Es un axioma. La cuestión está en cómo garantizar esto. El
reinado del neoliberalismo al final del siglo XX generó el fundamentalismo del
mercado; los relativos éxitos de las reformas en China convirtieron a casi
todos los partidarios del socialismo en partidarios del mercado.
La experiencia del sistema socialista mundial (especialmente en Polonia,
Hungría y otros países) muestra, mientras tanto, que el mercado es un
mecanismo económico que está lejos de ser indiferente a los objetivos sociales;
constituye un sistema particular de relaciones sociales en mucho contrario
a los valores socialistas (la competencia, el aislamiento y la "privatización"
del hombre, el fetichismo de la mercancía y del dinero, la diferenciación
social, etcétera) y en sí mismo orgánicamente, debido a sus leyes internas, es
generador de capitalismo.
Al mismo tiempo, los mecanismos post-mercado de coordinación (desde la
contabilidad y el control popular generalizado, hasta la planificación y la
autogestión democráticas) pueden ser utilizados, como mostró nuestra
experiencia, sólo allí y cuándo, dónde y en tanto haya para su desarrollo una
base material y social suficiente; dónde y cuándo garanticen una mayor
eficiencia económica, y principalmente, social. De lo contrario, se deforman en
centralismo burocrático y en voluntarismo. Marchar por el filo de la
navaja entre la deformación del mercado y el burocratismo del plan. He aquí la
tarea que nosotros no pudimos resolver.
Habiendo comprendido que el mercado es sólo uno de los medios necesarios (hasta
cierta medida) --y, por cierto, muy peligroso si se sobrepasa esa medida--,
es extremadamente importante determinar los objetivos y las prioridades de la
estrategia. La URSS sólo en los años 20 y a finales de los 50-principios de los
60 pudo "apresar en sus velas el viento de la historia", apostando a un desarrollo aventajante (primero la electrificación y la revolución cultural,
después la ciencia y la educación) orientado hacia una ofensiva en el sector
más avanzado.
Ahora tal sector es el de las tecnologías informáticas y médico-microbiológicas
y también la educación continuada, orientada al desarrollo de las capacidades
innovadoras del hombre. Puede ser que esto parezca una ilusión romántica, pero
al autor, durante sus cortos encuentros en Cuba (a pesar de lo limitado de la
información que obtuvo) le pareció que este país tiene una oportunidad de
realizar semejante estrategia. Esto es tanto más posible, cuánto que un
salto hacia el futuro de nuestros camaradas cubanos, puede inspirar una ayuda
desinteresada de miles de científicos --en Rusia y en otros países-- que
simpaticen con el socialismo y estén dispuestos a usar su talento trabajando
gratis o por centavos, pero para una causa realmente grandiosa.
Y tal ofensiva hacia el ámbito post-industrial (con toda su dificultad de
realización) es, precisamente, casi la única oportunidad para los países de "la
periferia" (y Rusia también, actualmente, se convierte aceleradamente en tal
tipo de estado), de escapar del gueto del atraso; y para Cuba, de superar
(aunque ello pueda parecerle paradójico a los no familiarizados con ella) el
déficit de carne y de leche, de energía y de automóviles. Y sin librarse del
déficit --lo repito una y otra vez-- no es posible avanzar por el camino de
la creación socialista.
* * *
Mucho, mucho, de lo que quisiera expresar para advertir a los amigos para que
no tropiecen con una piedra que les rompa la cabeza, no debe ser objeto de
tratamiento en un prefacio. De todos modos no puedo no recordar dos aspecto
más.
El primero: no se debe subvalorar el peligro del nacionalismo y del
racismo. Esta plaga, casi inadvertible en condiciones normales, con la
velocidad del rayo se transforma en una pandemia tan pronto como se debilita la
inmunidad de la sociedad y la lucha enfocada contra ella. En condiciones
de crisis de la sociedad el pancista se convierte con la velocidad de un
relámpago en un racista nacionalista.
El segundo: el socialismo, a fines del siglo XX, perdió con el capitalismo
incluso en el terreno de la teoría. Sin jugar hasta el final este "partido";
sin dar una explicación --suya-- más precisa, con mayor perspectiva, de las
leyes del actual mundo global, que las elaboradas por el liberalismo burgués y
por el post-modernismo. Sin repensar dialécticamente (de manera positiva, que
conservara lo positivo) y criticando al marxismo, sin crear una teoría del
socialismo del siglo XXI, marcharemos como a ciegas, por el método de pruebas y
errores y... perderemos.
Y es aquí precisamente que Cuba --un país que no ha abjurado de las ideas del
socialismo-- podría desempeñar el papel de centro de atracción y de
acumulación del trabajo teórico de los socialistas y comunistas del mundo,
contribuyendo a nuestros diálogos teóricos con su autoridad como sociedad que
lucha en la práctica por el socialismo.
* * *
Y por último: esta edición y este prefacio contienen algunas correcciones no
incluidas ni en la edición rusa (1996), ni en la japonesa (1998). Tengo la
esperanza, repito, que ella esté dirigida a lectores no sólo de Cuba, sino
también de España y de los países de América Latina, decenas de países dónde es
bastante intenso el movimiento de izquierda. Si este libro, aunque sea en algo,
muestra ser útil, interesante para ustedes, les estimula a polemizar, el autor
estará verdaderamente feliz.
Espero vuestras críticas y observaciones.
Guanabo (Cuba)
Enero 20 del 2000.